Taller: un casco de centurión
 

Probablemente el casco fue uno de los primeros complementos diseñados por el ser humano exclusivamente para defenderse en la batallas, junto con el escudo. 
 

Cuando se empiezan a usar los metales los cascos se hicieron más sofisticados, llegando incluso a convertirse en elementos distintivos de las diferentes culturas.
 

En época romana encontramos cascos de hierro o de bronce, con un alerón trasero para proteger la nuca y dos carrilleras para proteger la cara. 

Los cascos también servían para distinguir desde la distancia a los cargos militares. El centurión llevaba una cresta transversal (de oreja a oreja) y otros cargos como los tribunos militares o los optio llevaban cresta longitudinal.