Cultura íbera

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Fueron los griegos los que mencionaron la presencia de un pueblo al que denominaron íberos. Resulta muy difícil conocer datos de esta sociedad, ya que, aunque se ha descifrado su escritura, no se ha conseguido traducir. Por tanto, conocemos sus costumbres y tradiciones a través de otros pueblos y, sobre todo, gracias al estudio arqueológico.

Como para el resto de sociedades que han poblado Vilajoiosa, la posición de la ciudad era muy ventajosa: sobre un cerro fácilmente defendible, junto a uno de los únicos ríos de la comarca, frente a un buen fondeadero y una buena playa para embarcar y desembarcar viajeros y mercancías, dominando los terrenos de cultivo más extensos de la Marina Baixa. Además, su fondeadero era el último o primer puerto destacado en la Península para los barcos que tomaban la ruta de navegación de las Baleares, auténtica autopista marítima de la antigüedad hacia y desde el Mediterráneo Central y Oriental.

Conocemos esta época de la historia de Vilajoiosa principalmente a través de dos grandes cementerios ibéricos (Poble Nou y Casetes) que consistían en grupos de tumbas a ambos lados de los caminos que conducían hacia las comarcas de l’Alacantí y l’Alcoià. Se han excavado tumbas desde el s. VII a. C. hasta el fin de la época romana, trece siglos más tarde. Sus ajuares, es decir, los objetos personales y rituales que acompañan los restos del difunto, forman una colección única que ilustra la vida cotidiana de casi cuarenta generaciones. En todo el casco urbano de Vilajoiosa abundan los restos de esta población íbera, cuyo núcleo amurallado estaría rodeado por un gran cinturón industrial.

Otro de los espacios que destaca de la ciudad ibérica es el santuario de La Malladeta, ubicado al lado de la carretera que va hacia Alicante. Se trataba de un templo dedicado a la diosa de la fertilidad, con al menos 50 habitaciones y desde donde se observaba el orto solar en los días mitad entre solsticios para fijar el calendario. Alrededor del cerro hubo seguramente un bosque sagrado. El santuario se abandonó hacia el año 80 d.C.

En el santurario se han encontrado numerosos exvotos de cerámica que representan a la diosa madre mediterránea, la Tanit de los púnicos.

Fotografía: Cementerio de Poble Nou, túmulos íberos.

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