El colador etrusco de bronce presenta un cazo central de poca profundidad, cuya base interna está minuciosamente agujereada formando círculos concéntricos. El enmangue está en la cara superior mediante líneas de puntos que forman una hoja de hiedra. El mango de esta pieza no está completo: solo se conserva el arranque de la anilla de la que se colgaba.
Sin duda, se trata de una pieza de origen etrusco y el único ejemplar documentado en la Península dentro de un contexto arqueológico. Esta extraordinaria pieza apareció acompañada de otras de cerámica griega ática, un aro de oro con decoración en espiral y un broche (del tipo fíbula anular hispánica), en una tumba femenina.
La presencia de una pieza etrusca en Vilajoiosa nos habla de una relación directa con comerciantes griegos. Esta tumba además forma parte de un grupo de tumbas femeninas, algo característico de la cultura griega. Algunos indicios, como estos, reavivan el debate de si hubo colonias griegas al sur de Ampurias y Rosas, como sugieren las fuentes antiguas, que mencionan entre ellas a Alonís, forma griega del nombe de la ciudad de Àlon (Vilajoiosa), creada por los fenicios en el s. VII a.C.
Necrópolis de Poble Nou, sector vial Doctor Fleming, tumba 32
Alt.: 30 mm; Long.: 280 mm; diám.; 145 mm;
Época orientalizante o Ibérico Antiguo (s. VI a.C.)
Nº Inv. Vilamuseu: 003370