Collar orientalizante
Collar compuesto por treinta y dos cuentas de oro, tres de pasta vítrea y una de esteatita.
Es la pieza más destacada del cementerio del Poble Nou y uno de los ejemplares más extraordinarios de la joyería feniciopúnica de la Península Ibérica.
Las técnicas utilizadas para la decoración de todas las cuentas de oro son la filigrana, el repujado y el granulado. Contiene varios amuletos que en la época se consideraban muy poderosos. El oro simboliza lo eterno e inalterable y se creía que alejaba los maleficios y aseguraba el bienestar protegiendo a su propietario incluso en el más allá.
La pieza central es el disco del sol con un creciente de la luna. Este símbolo astral aparece en lápidas funerarias y en el centro de muchos collares fenicios, significando el equilibrio entre el día y la noche; la vida y la muerte.
La flor de loto esta representada en otras dos piezas. Aunque su origen es claramente egipcio, aparece profusamente representado en la arquitectura y orfebrería fenicias, así como en las estelas de Cartago. Se relaciona con el culto a Tanit y a Baal Hammon y es símbolo de renacimiento y creación.
A la izquierda del disco y creciente lunar, tallado en piedra de talco (esteatita), el ojo udyat de Horus, el dios halcón, que encarnaba el bien en la religión egipcia, daba clarividencia e invulnerabilidad a su poseedor. Como amuleto gozó de gran importancia, hasta el punto de ser considerado uno de
los más poderosos.
También encontramos dos palmetas. Este motivo simboliza el árbol de la vida por excelencia y representa en las antiguas religiones orientales la victoria de la divinidad. También se relaciona con la fertilidad.
S. VI a. C.
Necrópolis del Poble Nou
Nº inv. Vilamuseu 003465