Se ha reconstruido un tramo en su ubicación original, que se está musealizando como ‘monumento inteligente’ siguiendo los criterios del Destino Turístico Inteligente.
Los sondeos arqueológicos previos a la construcción de una manzana de viviendas localizaron en 2017 un tramo de la calzada romana que unía Allon (ciudad romana de Villajoyosa) con Lucentum (Alicante). La excavación arqueológica, realizada por la empresa promotora Residencial Mirador de la Mallaeta de Espacio Living Homes y dirigida por la arqueóloga Ana Martínez, documentó el trazado del eje viario romano, que cruzaba de lado a lado la zona norte de un gran solar a construir. Tras la excavación se realizó la fotogrametría de la calzada, gracias a la cual tenemos una imagen virtual del original. También se seleccionó un tramo de 8,5 m de longitud, en el que se numeró cada una de las piedras para desmontarlo de cara a su posterior reconstrucción. La decisión de preservar y musealizar un tramo de la calzada hallada en este solar se debe a que es la mejor conservada de las tres calzadas imperiales que han excavado en la Vila hasta la fecha.
En las últimas semanas se restituido piedra a piedra este tramo fuera de la urbanización sobre la acera pública, para que cualquier vecino o turista pueda acceder a ella. La restitución se ha realizado en su posición y orientación exacta originales, aunque 1.5 m por encima de la cota a la que se encontró, para permitir su contemplación a la altura de calle actual. Los trabajos los ha realizado para la empresa promotora la empresa de arqueología Koré S. L. bajo la dirección de una restauradora, con el asesoramiento de Vilamuseu.
La calzada restituida se construyó en el siglo I d. C., es decir, en el Alto Imperio romano, momento de esplendor de Allon, la ciudad romana de Villajoyosa. A finales de este siglo se ha comprobado que se remodelaron todos los caminos de entrada a la ciudad. Este impulso urbanístico vino derivado de la concesión de la categoría de municipium en el año 73/74 d.C por parte del emperador Vespasiano a la ciudad de Allon.
Los restos restituidos muestran cómo se construyó la calzada hace 2000 años de forma muy similar a las carreteras actuales, con un muro de cimentación lateral de piedras trabadas con barro para reforzar la parte más sensible a las escorrentías derivadas de las lluvias. Después se pavimentó el eje viario mediante un primer nivel de tierra apisonada y sobre él un segundo nivel de cantos (rudus), que también se compactó para soportar el tránsito de personas y carros. La anchura del eje viario es de 14 pies romanos, que son 4,20 m., espacio suficiente para el tránsito de dos carros en paralelo (la anchura de eje de los carros romanos era aproximadamente de 1.40 m, pero hay que contar la de la caja, o lugar donde iban las mercancías o las personas, que era mayor).
Los trabajos acometidos hasta el momento se han centrado en la restitución de las estructuras antiguas. Una vez finalice la construcción del edificio de viviendas en los próximos meses, se completará la musealización mediante paneles interpretativos de gran accesibilidad (accesibles a personas usuarias de sillas de ruedas y con recursos para personas sordas y con discapacidad visual y cognitiva). También se realizará un gran mural de grafiti en el muro del edificio en construcción al que se adosan los restos, que mostrará el paisaje de fondo de la calzada en época romana imperial.
Con ello este monumento enriquece aún más la amplia oferta de turismo cultural de Villajoyosa, que el Ayuntamiento está musealizando con criterios de destino turístico inteligente, al incorporar a ellos la tecnología, la innovación y la accesibilidad.