
La última campaña de excavaciones realizada en la villa romana de Barberes Sud, codirigidas por la Empresa Alebus Patrimonio Histórico y el Servicio Municipal de Arqueología, ha extraído más de 4000 fragmentos de las pinturas murales que decoraban las estancias señoriales de una gran villa del Alto Imperio, situada junto a la calzada que conectaba por la costa la ciudad romana de Allon con su territorium, que era la actual comarca de la Marina Baixa.
Los trabajos, desarrollados en un total de 842 m², han permitido a los arqueólogos conocer una parte de la planta de la villa, construida durante el reinado del emperador Trajano, con una parte de uso industrial, un patio o atrio con diferentes habitaciones (probablemente para uso de la servidumbre) y por último un gran espacio al aire libre, porticado con grandes columnas, destinado al jardín de la vivienda, y rodeado de estancias señoriales, que en su momento se encontraban ricamente decoradas. De esta parte solo se conservan los cimientos.
Los muros estuvieron construidos con tapial (arcilla apisonada), y aparecían derrumbados en el interior de las estancias y del patio porticado. Una de las estancias señoriales conservaba todo el derrumbe de sus muros, cuya excavación ha supuesto una tarea muy minuciosa al conservarse fragmentos de enlucidos pintados. Cada fragmento o grupo de ellos se ha consolidado por las restauradoras de la propia empresa y la de Vilamuseu, previamente a su extracción, y se ha numerado y realizado fotogrametría (fotografía sin distorsión, medible a escala real) de cada una de las capas de estuco para su ubicación, lo que permitirá hacerse una idea de la composición original.
Una vez concluida la excavación, se ha comenzado la consolidación y reconstrucción de los paneles que decoraban la estancia en el laboratorio de restauración de Vilamuseu. Se empieza a vislumbrar la rica decoración de la estancia, incluso se ha podido reconstruir hasta el momento parte de un panel con 22 fragmentos de los 866 documentados en este derrumbe, que muestra una rica decoración de guirnaldas vegetales, alternadas con aves y rematada en su parte superior por una moldura. En los trabajos de limpieza participa el voluntariado de Vilamuseu bajo la dirección del departamento de Conservación.
Entre el resto de pinturas, en proceso de inventario y restauración, destacan fragmentos de estucos curvos, decorados imitando columnas estriadas, que revestían grandes columnas que sustentaban el espacio porticado que rodeaba el jardín residencial de la villa.