Un lugar lleno de magia - santuario íbero y romano de la Malladeta (panel 44)
Aquí hubo un santuario íbero que se creó en el s. IV aC. Por las estatuillas y quema-perfumes de cerámica de la Diosa Madre (la Tanit de los cartagineses), es probable que estuviera dedicado a ella. Hacia el año 100 a. C. hubo una gran reforma que arrasó los restos anteriores y alzó series de habitaciones en terrazas. Las excavaciones de un proyecto franco-español (Maison René Ginouvès-Ayuntamiento de Villajoyosa-Universidad de Alicante) han encontrado 9 habitaciones de esta época en la ladera este (delante de usted) y otras 5 en la oeste, aunque queda mucho para excavar.
Al comienzo del Imperio romano (hacia 25 a. C.) se abandonaron estas habitaciones, pero en la cima de la colina continuó habiendo algún tipo de templo donde ahora puede ver la torre del s. XIX. El santuario se abandonó completamente hacia 80 d. C., y seguramente el culto se trasladó al nuevo foro de la ciudad, que acababa de ser declarada municipium por el emperador Vespasiano.
Foto: Observación arqueoastronómica
Como en otros santuarios íberos, cada equinoccio (hacia el 21-22 de marzo y de septiembre) se podía observar desde la cima del santuario (donde hoy está la torre) la salida del sol por un lugar especial: la isla de Benidorm. Este fenómeno, al que le invitamos a asistir, servía para calcular el comienzo del año agrícola, algo vital para la supervivencia.
Vídeo en lengua de signos española